Así fue desde que se inició con los prototipos y todos en Apple asumian que se enviaría así, calculadora incluida, a todo el mundo. Sin embargo un mes antes del lanzamiento Steve Jobs llamó a Scott Forstall y le dice, "¿dónde está el nuevo diseño de la calculadora? Este se ve horrible" Scott dijo, "¿El nuevo diseño?" Este es el que estamos enviando.
Steve dijo, "no, retíralo no podemos enviar esto". Scott luchó para que se quedara, pues sabía que aunque podría hacer que el equipo encargado de la interfaz de usuario diseñara una nueva calculadora, no había manera de que pudieran hacerlo en ese plazo de tiempo, por lo que sólo se desechó. Y ha sido de tan baja prioridad desde entonces que nadie se preocupa por trabajar en ello, ya que hay cosas más importantes en las cuales trabajar.
