¿Cómo es posible que casi ninguna de las principales religiones haya observado la ciencia y concluido: «¡Esto es mucho mejor que lo que pensábamos! El Universo es mucho más importante de lo que dijeron nuestros profetas, más grandioso, más sutil, más elegante»?
En su lugar, dicen: «¡No, no, no! Mi dios es un dios pequeño y yo quiero que siga así». Una religión, antigua o nueva, que hace hincapié en la magnificencia del Universo, tal como lo revela la ciencia moderna, debería ser capaz de extraer a partir de ese momento las reservas de reverencia y sobrecogimiento apenas explotadas por las creencias convencionales.
- Carl Sagan, Un punto azul pálido
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Todo comentario es sujeto a moderación. Piensa antes de enviar.