Esta historia sucedió en un santuario de elefantes en Koh Phangan, Tailandia, cuando Christian LeBlanc capturó una adorable foto luego de que un hambriento elefante le haya robado su cámara pensando que era comida. La cámara estaba en modo de lapso de tiempo, programada para tomar una foto cada cierto tiempo de manera automática, así que cuando el elefante agarró la cámara se sacó una selfie, o como LeBlanc la llamó, una “elfie”.
Por suerte, el mastodonte le devolvió la cámara tras sacar un par de fotos.
| Punto Geek
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