Mars One, una organización sin ánimo de lucro fundada por el investigador holandés Bas Lansdorp y respaldada por el Premio Nobel de Física Gerard 't Hooft, ha dado a conocer los requisitos básicos que deberán cumplir los candidatos que quieran participar en un proyecto que pretende hacer historia y fundar la primera colonia humana permanente en Marte en el año 2023.
Anunciado en junio del 2012, el plan es enviar un satélite de comunicación en el 2016 y, a continuación, diversas misiones de carga que irán depositando las cápsulas en las que habitarán los futuros astronautas. La idea es que una nueva hornada de colonos vaya llegando cada 2 años, haciendo aumentar poco a poco el asentamiento humano.
Los cálculos que se han efectuado estiman que el coste de poner a los primeros astronautas en Marte ascendería a unos 6.000 millones de dólares. Una enormidad que los patrocinadores que se han implicado en el proyecto no pueden cubrir ni de lejos, de ahí que Mars One tenga la intención de organizar un reality show de carácter global en el que los espectadores podrán escoger, de entre todos los aventureros que se presenten voluntarios, a los ganadores que finalmente harán realidad su sueño y abandonarán la Tierra con destino a Marte en un viaje sólo de ida.
Cualquier persona que tenga al menos 18 años podrá rellenar el formulario de participación, que subirán a su web a lo largo de la primera mitad de este año.
Las características que más se valorarán, señalan los representantes del certamen, serán la capacidad de relacionarse con otros individuos y trabajar en equipo, la adaptabilidad, la creatividad y una dedición plena a una empresa que llevará a los futuros colonos a recibir una fase de entrenamiento que se extenderá durante 8 años, periodo en el que la Fundación Mars One les ofrecerá además una remuneración económica.
Un proyecto de tales dimensiones plantea una serie de interrogantes obvios. Existen por ejemplo dudas razonables acerca de si podrán conseguir la financiación necesaria o de si contarán con la capacidad tecnológica que requiere enviar, sanas y salvas, a un grupo de personas hacia un planeta como Marte. Pero a pesar de las incertidumbres, no cabe duda de que estamos ante un proyecto que, si finalmente se pone en marcha, va a crear una enorme, gigantesca, expectación y va a hacer soñar a millones de personas.
| Abadia Digital
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