
También es claro al respecto Brian Udermann, actualmente investigador en el Departamento de Ciencias del Deporte de la Universidad de Wisconsin-La Crosse: quemamos exactamente el mismo número de calorías a las 5 de la mañana y a las 5 de la tarde; y, además, el rendimiento físico suele verse reducido por la mañana porque la temperatura corporal está en su momento más bajo y los niveles de vitalidad y energía, también.
Por si esto fuera poco, otros estudios de tipo endocrinológico aseveran que realizar ejercicio en estado carencial de alimentos recién ingeridos ralentiza el metabolismo, y por tanto, la quema de grasas.
Finalmente, según advierte la Fundación Española del Corazón (FEC), al realizar ejercicio en ayunas se queman todos los depósitos de glucógeno de los músculos y el hígado, y como consecuencia se tiene una gran sensación de fatiga. Y el ejercicio en ayunas provoca un incremento en los factores de riesgo cardiovascular como la inflamación y la oxidación.
| Vitonica
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