Según un estudio publiado en la revista Science Translational Medicine por parte de un grupo de investigadores internacionales, una planta medicinal muy frecuente en la medicina tradicional china contiene un compuesto que causa más mutaciones genéticas y tumores que el tabaco o la radiación solar.
Hasta el punto de que, según uno de los investigadores involucrados, Bin Teah Teh, “esto lo convierte en el mayor agente genotóxico descubierto hasta la fecha”.
El compuesto en cuestión es el ácido aristolóquico, un componente químico presente en muchas plantas y que debe su nombre a la alta cantidad del mismo que se presenta en las plantas de la familia Aristolochiaceae, más concretamente en la subfamilia Aristolochioideae, sobre todo presentes en el género Aristolochia, y que produce daños en el ADN y provoca cáncer renal y hepático.
El extracto de esta planta se usa en el ámbito de la medicina tradicional china para combatir la artritis, la gota y ciertas inflamaciones. Estudios más recientes en Taiwán, donde el uso de remedios medicinales que contienen Aristolochia está muy extendido, apuntaron a un aumento de los cánceres del tracto urinario superior y enfermedades renales en el país por el uso de esta sustancia.
Plantas y química
Esto nos indica dos cosas: que lo natural, o lo procedente de platas, no es necesariamente más saludable que una píldora dispensada en una farmacia. Que una cosa no es química y la otra no lo es, sino que ambas son química. Y, sobre todo, que las medicinas tradicionales carecen de los ensayos clínicos mínimos y sus supuestos resultados no son comprobables en la mayoría de los casos.
Razón por la cual cada vez son más los chinos los que reniegan de la medicina tradicional, y se pasan a la medicina convencional, la cual con todos sus defectos, resulta mucho más eficaz. Justo cuando ahora, entre algunos occidentales, se está poniendo de moda renegar de la medicina convencional para "regresar" a la medicina tradicional oriental, “con plantas, cosas naturales y 'sin químicos' ”, como el Ginkgo biloba, la planta ‘milagrosa’ de moda entre algunos pseudo intelectuales, que aún no ha podido demostrar sus presuntos poderes curativos.
Si el mundo oriental es tecnócrata y frío, ¿los remedios de vejetes simpáticos y supuestamente sabios no serán mucho mejores? ¿Acaso no vivimos en una farmacracia? ¿No tienen menos efectos secundarios los remedios naturales que los médicos se niegan a recetar?
Para abundar un poco en estas ideas tan arraigadas os emplazo a revisar la serie de artículos ¿Por qué la medicina alternativa, la tradicional china y demás es cualitativamente inferior que la medicina convencional o alópata?
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