Un estudio realizado por investigadores del Centro Alemán de Investigación sobre el Cáncer de Heidelberg (Alemania), cuyas conclusiones han sido publicadas en la revista Heart, ha evaluado durante 10 años la frecuencia y la intensidad de la actividad física de más de 1.000 personas de unos 60 años con enfermedad arterial coronaria estable.
Como es obvio, se descubrió que las personas que no realizaban actividad física regular o se declaraban sedentarias tenían el doble de probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un ictus cerebral. Pero el dato más llamativo se obtuvo a continuación: las personas que hacían ejercicio a diario y de forma extenuante tenían más del doble de probabilidades de morir por las mismas razones.
Es decir, que un ejercicio de ejercicio, tanto en intensidad como en duración, es más perjudicial que no hacer ejercicio. Las directrices actuales de la Asociación Americana del Corazón aconsejan 30 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada en la mayoría de días de la semana, o 20 minutos de actividad vigorosa tres días a la semana. Según Nieca Goldberg, directora del Centro Tisch de Salud de las Mujeres del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York:
La práctica estándar no es recomendar actividad vigorosa a los individuos con enfermedad de la arteria coronaria. Este estudio, aunque es interesante, no cambia las recomendaciones actuales de actividad física moderada en los pacientes coronarios.
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