Obligar a los niños a crecer antes de tiempo, a veces no crea gente responsable, sino niños que siguen rompiendo juguetes. En este caso, otros niños.
El día 4 de diciembre de 1965, fallecía misteriosamente la más pequeña de la familia, María del Carmen Martínez, de nueve meses de edad. Avisado el médico “del Seguro” se presentó en la casa y diagnosticó muerte por meningitis. Cinco días después, el 9 de diciembre de 1965, muere el que ahora es el hermano más pequeño, Mariano Martínez, de dos años. También se echa la culpa a la meningitis. Cuando cinco días más tarde fallece el siguiente niño en orden de menor a mayor, Fuensanta Martínez, de 4 años. Aquí es cuando la gente empieza a sospechar algo.
Piedad. La pequeña envenenadora.
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