Muchos adolescentes se estremecen con la idea de llevar ortodoncia. Llevar la boca llena de metal no es algo de agrado para nadie, aunque sea algo temporal. Los
brackets invisibles salieron al mercado en 1987 como algo exclusivo, y ahora hay múltiples marcas.
Los aparatos invisibles están hechas de Policristalinos de Alúmina Transparente (TPA). Una compañía llamada
Ceradyne desarrolló el TPA conjuntamente con la NASA para proteger las antenas infrarrojas que rastrean misiles.
Mientras tanto, otra empresa,
Unitek, estaba trabajando en un nuevo diseño de aparatos dentales,
un diseño que fuera más estético que las ortodoncias metálicas. Se descubrió que el TPA sería lo suficientemente fuerte para resistir el uso y además es transparente, por lo que es una materia prima para la ortodoncia invisible.
Debido a su gran popularidad, los aparatos invisibles son uno de los productos más exitosos en el campo de la ortodoncia.
Si deja caer un par de gafas al suelo, las lentes probablemente no se rompan. Eso es porque en el año 1972, la FDA (
Food and Drug Administration) comenzó a
exigir a los fabricantes que utilizaran plástico en lugar de vidrio para fabricar lentes.
Los plásticos son más baratos, absorben mejor la radiación ultravioleta, son más ligeros y menos propensos a romperse. Sin embargo, existía un pequeño problema, sin un revestimiento el plástico tiende a rayarse con facilidad y unas lentes rayadas pueden alterar la visión de quien las lleve.
Debido a la suciedad y a las partículas que se encuentran en el Espacio, la NASA desarrolló una protección especial para proteger los equipos espaciales, en particular, los cascos de los astronautas.
Aprovechando la oportunidad, el fabricante de gafas de sol
Foster-Grant obtuvo la licencia de la tecnología de la NASA para sus productos. El recubrimiento plástico especial en sus gafas de sol le dio diez veces más resistencia a los arañazos que los plásticos sin recubrimiento.
- 8. La Espuma Viscoelástica
La NASA ayuda a muchas personas a dormir mejor por la noche. La espuma viscoelástica (o
Memory foam) que se encuentra en los colchones fue desarrollado originalmente para los vuelos espaciales, más tarde pasó a ser utilizado en los hogares de medio mundo.
Esta espuma de poliuretano se creó para su uso en los asientos del avión de la NASA
para reducir el impacto durante los aterrizajes. Éste tiene una propiedad única que le permite distribuir uniformemente el peso y la presión en la parte superior de la misma, que proporciona la absorción de golpes. Incluso después de ser comprimido al 10 por ciento de su tamaño, la espuma vuelve a su forma original. Algunos aviones privados y comerciales ahora cuentan con esta espuma en sus asientos.
Sin embargo, los usos de esta espuma se extienden más allá de los cielos. Su distribución del peso y sensibilidad a la temperatura juegan un papel importante para las personas gravemente discapacitadas o postradas en la cama.
Algunas empresas también han integrado la espuma en las prótesis, ya que tiene el mismo aspecto y tacto de la piel y reduce la fricción entre la prótesis y articulaciones. Otros usos comerciales incluyen el relleno para los asientos de motocicletas personalizadas, moldes del cuerpo para la confección y la protección de los pilotos de carreras, etc.
Tomar la temperatura cuando estamos enfermos puede resultar complicado. El termómetro estándar de mercurio puede resultar difícil de leer, uno rectal es algo incómodo. En 1991, los termómetros infrarrojos para oídos aceleraron y simplificaron el trabajo.
Diatek fue la primera empresa que desarrolló este tipo de termómetros, vio la necesidad de reducir la cantidad de tiempo que pasan los enfermeros para tomar la temperatura. Con aproximadamente mil millones de lecturas tomadas en los hospitales de Estados Unidos cada año y la escasez de profesionales, la empresa comenzó a reducir los preciosos minutos que eran necesarios para vigilar el aumento del Mercurio. En su lugar,
Diatek se aprovechó de los avances anteriores de la NASA en la medición de la temperatura de las estrellas con la tecnología de infrarrojos.
Junto con la NASA, la compañía inventó un sensor de infrarrojos que servía como termómetro. Este tipo de termómetros leen su temperatura
midiendo la cantidad de energía que el tímpano emite en el canal auditivo. Dado que el tímpano se encuentra dentro de nuestro cuerpo, actúa como un sensor preciso para la energía o el calor de nuestro cuerpo, que aumenta cuando enfermamos.
- 6. Plantillas para el calzado
Cuando Neil Armstrong dijo su famosa frase de:
Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad
Probablemente no previó la connotación literal que vendría a tener. Las zapatillas deportivas de hoy han tomado la tecnología de las botas lunares que dieron ese primer salto.
El traje espacial diseñado para las misiones Apolo incluían unas botas a medida que tenían un resorte a los pasos de los astronautas mientras que proporcionaban ventilación. Las empresas de calzado deportivo han llevado esta tecnología y lo adoptaron para fabricar mejores zapatos que disminuyeran el impacto en los pies y las piernas.
Por ejemplo, en la década de 1980 a mediados, empresa de calzado
KangaROOS aplicó una serie de materiales de las botas lunares para una nueva línea de calzado deportivo. Con la ayuda de la NASA ,
KangaROOS patentó un tejido tridimensional con espuma de poliuretano, que
distribuye la fuerza en los pies al caminar o correr. Al enrollar las fibras dentro de la tela, absorben la energía del pie golpeando el suelo, rebotando de nuevo a sus pies.
Otro fabricante de zapatos,
AVIA, también convirtió la tecnología lunar para su uso en calzado deportivo. La cámara de compresión patentada por
AVIA absorbía los impactos al caminar o correr, con una larga duración.
- 5. Telecomunicaciones de larga distancia
La capacidad de llevar a larga distancia conversaciones telefónicas no fue cosa de una noche. Tampoco fue una invención única de la NASA, la mejora de las telecomunicaciones se llevó a cabo gracias a décadas de trabajo.
Antes de que el ser humano fuera enviado al espacio, la NASA construyó los satélites que hacían posible la comunicación en ese caso. Utilizando una tecnología similar, alrededor de 200 satélites de comunicación órbitan el planeta cada día. Estos satélites envían y reciben mensajes que nos permiten llamar a nuestros amigos en Beijing cuando estamos en Madrid.
La NASA vigila continuamente el estado de muchos de estos satélites para asegurar la comunicación entre las personas alrededor del mundo.
Donde hay humo, hay fuego. Los ingenieros de la NASA contaron con ese simple hecho cuando diseñaron
Skylab en 1970. Skylab fue la primera estación espacial de los EEUU y los astronautas necesitaban saber si un incendio se había iniciado o si los gases nocivos estaban sueltos dentro del vehículo. Trabajando en conjunto con
Honeywell Corporation, la NASA
inventó el primer detector de humo ajustable con diversos niveles de sensibilidad para evitar falsas alarmas.
El primero en llegar al mercado fue el detector de humo por ionización. Esto significa que utiliza un elemento radiactivo llamado
Americio-241 para detectar humo o gases nocivos.
Cuando las partículas de aire limpio de oxígeno y nitrógeno se mueven a través de los detectores de humo, el
Americio-241 se ioniza, lo que crea una corriente eléctrica. Si las partículas de humo entran en el detector, interrumpe la interacción, lo que provoca la alarma.
Hacer surcos no suena muy innovador, pero sin duda nos mantiene seguros en las carreteras. Las ranuras o acanaladuras de seguridad (safety grooving) son inserciones o canales largos y poco profundos en el pavimento de pistas o carreteras. Estas ranuras en el hormigón desvían el exceso de agua de la superficie para reducir su cantidad entre los neumáticos y la pista o camino. Esto
incrementa el contacto entre la rueda y el asfalto, mejorando de la seguridad del vehículo.
Las ranuras de seguridad se idearon por primera vez en el
Centro de Investigación Langley de la NASA en la década de los
60s, surgieron como una manera de mejorar el despegue de los aviones en pistas mojadas. Una vez que se dieron cuenta de lo bien que funcionaban, los ingenieros civiles comenzaron a aplicar las mismas técnicas para carreteras.
Según la NASA, las ranuras de seguridad han reducido los accidentes de carretera en un 85 por ciento.
Hoy en día, podéis encontrarlas en los pasos peatonales, alrededor de las piscinas, en corrales de animales, etc. Esta innovación ha generado toda una industria, representada por la
International Grooving Grinding Association.
- 2. Herramientas sin cable
Cuando estás tirado en la cama viendo series o películas con el ordenador portátil, en realidad estás utilizando la misma tecnología que los astronautas utilizaron en la Luna. A pesar de que
Black & Decker ya había inventado la primera batería para herramientas en 1961, la NASA
ayudó a perfeccionar la tecnología que llevó a los instrumentos inalámbricos que hoy conocemos todos.
En la década de los
60s, para preparar las misiones a la Luna, la NASA necesitaba una herramienta que los astronautas pudieran utilizar para obtener muestras de rocas y suelo. El taladro tenía que ser ligero, compacto y lo suficientemente potente como para meterse de lleno en la superficie de la Luna. Ir con un taladro de metros y metros de cable a la Luna hubiera sido una hazaña difícil, a la vez que cómica. Por esa razón, la NASA y
Black & Decker inventaron un taladro de batería con un motor de imán.
Después del proyecto de la NASA,
Black & Decker aplicó los mismos principios para hacer otros más ligeros y mejores baterías, toda una gama de productos para el consumidor de a pie.
El agua es el ingrediente esencial para la supervivencia humana. Puesto que la gente no puede vivir sin agua, la capacidad de convertir el agua contaminada en agua pura es un logro científico muy importante.
Los astronautas necesitan una manera de limpiar el agua que tienen disponible en el espacio, ya que alguna bacteria o enfermedad habrían causado una situación muy problemática. Los filtros de agua han existido desde la década de los
50s, pero la NASA quería saber cómo limpiar el agua en las situaciones más extremas y mantenerla limpia durante períodos más largos de tiempo.
Si nos fijamos en un filtro de agua, se puede detectar pequeños trozos de carbón en el interior de ellos. De hecho, la primera vez que se utilizan salen motas negras o el agua ennegrecida. Este carbón está especialmente activado, conteniendo iones de plata que
neutralizan los patógenos en el agua. No sólo destruyen las bacterias en el agua, sino que también previenen su crecimiento.
Son muchas las empresas que han tomado esta misma tecnología de filtración y que usamos en nuestros hogares para beber un agua limpia y pura.
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