En ocasiones, mientras estamos durmiéndonos plácidamente después de una dura jornada de trabajo... de repente nos incorporamos sobresaltados porque hemos sentido que nos caíamos. Prácticamente a todo el mundo le ha pasado alguna vez, y de hecho puede darse con bastante frecuencia en determinadas épocas de la vida.
Este fenómeno tiene varios nombres: mioclonus, espasmo mioclónico osacudida hípnica. Los tirones mioclónicos generalmente resultan de contracciones musculares repentinas llamadas mioclonos positivos, o de un relajamiento muscular llamado mioclono negativo. Pero ¿qué significa? ¿Estamos ante un símtona de algún tipo de enfermedad o carencia?
Este espasmo muscular involuntario que se produce durante la transición entre la vigilia y el sueño, aunque algunas veces pueda provocar un gran sobresalto, en realidad es un signo benigno. Generalmente, se experimenta cuando la persona está demasiado cansada o han dormido poco o mal durante los días anteriores. Aunque puede haber una excepción, tal y como señala Joan Liebmann-Smith en su libro Escucha tu cuerpo:
Sin embargo, algunas veces puede ser que nos despertemos repetidas veces a causa de espasmos nocturnos. Estos movimientos convulsivos constituyen una auténtica afección médica denominada trastorno del movimiento periódico de los miembros que puede ser a veces un signo del trastorno del sueño denominado narcolepsia, en el que una persona se queda dormida sin quererlo. (...) Estos espasmos nocturnos pueden estar asociados con el síndrome de piernas inquietas (SPI), que es un trastorno neurológico, y otros trastornos del sueño.
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