La noción de “proteger la vida desde la concepción hasta la muerte”, presente en varias constituciones locales, se ha convertido en una verdadera fuente de discordia para la sociedad mexicana. Lejos de zanjar la disputa, el polémico fallo de la Suprema Corte parece haber caldeado aún más los ánimos. En medio de este panorama enardecido, una iniciativa de ley presentada por Rafael Moreno Valle, gobernador del estado de Puebla, se ha convertido en auténtica “leña verde” que, además de avivar la disputa en torno a la despenalización del aborto, ha enrarecido la atmósfera poblana debido a su accidentada presentación ante el Congreso local y los medios, así como por las inexactitudes que contiene.
Ayer, el ejecutivo poblano turnó al Congreso local una iniciativa de ley donde se pretende transmutar la pena física —es decir, la cárcel— por una multa y un “tratamiento médico integral” a toda mujer que, de manera voluntaria, interrumpa su embarazo. Esto, siempre y cuando sea la primera vez que se realiza un aborto, pues en caso de reincidencia del delito, la mujer se haría acreedora a una pena mínima de seis meses a un año, tal como quedó establecido desde el pasado sexenio. ¿Qué entiende el gobernador de Puebla por un “tratamiento médico integral”? He ahí la primera causa de discordia.
La iniciativa presentada no especifica puntualmente qué clase de atención sería prestada por los órganos de Salud Pública del estado; a lo sumo señala que “comprenderá la conscientización de la mujer sobre la afectación al bien jurídico tutelado”, teniendo su “tratamiento” una duración que oscila entre un mes y un año (además de la multa mencionada que va de los 50 a 500 días de salario mínimo). Es decir, además de la atención física —recordemos que muchas mujeres pierden la vida al realizarse un aborto clandestino—, las mujeres que interrumpan su embarazo recibirán un tratamiento psicológico, el cual no va encaminado a apoyarlas para superar el trauma emocional, sino a intervenirlas como si se tratara de enfermas mentales.
Feministas y legisladores han alzado la voz en contra de este proyecto impulsado desde el escritorio de Casa Aguayo, sede del gobierno poblano. No es para menos. Lejos de poner una solución, agrava el problema de la criminalización y el estigma que recae sobre las mujeres; de ser considerades criminales, pasan a ser enfermas mentales. Catalina Pérez Osorio, integrante del Colectivo de Mujeres por la Democracia señaló que:
El gobierno del estado pretende tratarnos como unas dementes, como si fuéramos pequeñas mujeres irracionales, sin inteligencia y sin capacidad para tomar decisiones sobre lo que nos pertenece que es nuestro cuerpo.
Pero los sectores a favor del aborto y los derechos de las mujeres no han sido los únicos en mirar con malos ojos a esta iniciativa. El bloque yunquista —la ultraderecha problana— también ha tomado como una afrenta esta proyecto de reforma, pues considera que contribuye a la despenalización del aborto en el estado. Sin embargo, debido a la filiación blanquiazul del gobernador Rafael Moreno Valle han decido apoyar la propuesta siempre y cuando la multa sea elevada:
Consideramos que dicha propuesta debe ser debatida a fondo por los legisladores locales, en quienes recae la responsabilidad de aprobarla o no. Por tanto, Acción Nacional reitera su disposición a la discusión abierta de la iniciativa, buscando determinar si la medida es la mejor solución a dicha problemática social. Desde nuestro punto de vista en dicho debate se debe considerar por ejemplo, elevar la sanción económica para pasar de los 50 a 500 días de salario mínimo que plantea la iniciativa, a una multa de 500 a 5 mil días, buscando inhibir de manera más eficiente la comisión del delito.
Cabe aclarar que vemos con buenos ojos que la iniciativa no proponga despenalizar el aborto, porque Acción Nacional en ninguna circunstancia está a favor de legislar para dejar de considerar al aborto como un delito, por el contrario, respaldaremos principalmente las iniciativas que promuevan políticas públicas que generan más y mejores oportunidades para que las mujeres no tengan que recurrir al doloroso dilema del aborto.
Y en medio de esta polémica, otras iniciativas que buscan darle más alternativas a las mujeres orilladas al aborto han surgido. Una de ellas la creación de centro de adopción para bebés no deseados, donde el estado se encargará de llevar a buen término el embarazo para después poner en adopción al menor. Una idea que sería una medida interesante de no tener nuestra nación un índice tan bajo de adopciones. La polémica en torno al aborto dista mucho de verse concluida.
Imagen: Kinema
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