Enrique Peña Nieto rompió su propio cinturón de seguridad. Comenzó a caminar entre las butacas y se acercó a la gente. Los duranguenses se desbordaron y lo menearon de un lado a otro… la desesperación apareció en su equipo de seguridad.
A unos metros, un grupo de jóvenes presumían en sus cabezas unas diademas con un pedazo de hule espuma que simulaban un copete; “los copetes llegaron, llegaron”, gritaban al paso del precandidato.
Ahí estaban los copetes artificiales, payasos, batucadas, banda duranguense, y un Peña Nieto que sorprendió a muchos por su cercanía. Caminaba, estrechaba manos, se tomaba fotos. Cuando alguien se ponía nervioso, simplemente le arrebataba la cámara para que su equipo tomará la foto.
Peña Nieto llegó a la sede de la feria, descendió de una camioneta blanca. De tres vehículos similares bajaron su equipo y escoltas, todos atentos.
Su equipo de seguridad se esforzó. Pero Peña seguía. Pasó a unos metros de un grupo de la “Agenda Juvenil” del PRI duranguense que portaban diademas con “copete”.
Jóvenes con copete de hule espuma reciben a Peña Nieto en Durango
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Todo comentario es sujeto a moderación. Piensa antes de enviar.