La historia comienza hace unos meses cuando al encontrarse la pequeña mal, su madre la llevó al médico. Los doctores descubrieron que la niña tenía una hemorragia masiva en la arteria principal que recorre la parte posterior del cerebro y se dispusieron a parar la hemorragia con dos operaciones. La niña, después de ser sometida a las operaciones, quedó en estado de coma y además los doctores avisaron a su madre que este estado podía ser irreversible.
"Los doctores me dijeron que mi niña no tenía salvación y que fuera a darle el último adiós", señala la madre, Leia, a The Sun.
Así que Leila acudió al hospital para despedirse de su niña. Cuando iba camino del hospital sonaba Adele por la radio, señala. Con la sintonía pegadiza rondando sobre su cabeza decidió compartirla con su hija. Al cantarla la canción de Adele ‘Rolling In The Deep’ la niña, ante el asombro de los doctores, empezó a sonreir.
"Desde aquel día mi hija empezó a encontarse cada vez mejor", dice su madre. Tan es así que al cabo de dos meses la pequeña Charlotte Neve ya puede caminar y hablar. Ha vuelto al colegio y a su clases de danza.
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