Grabados de Valcamonica

Durante miles de años, entre finales del Paleolítico y la llegada de los romanos, los habitantes del valle de Valcamonica (Italia) realizaron y convivieron con una singular muestra de arte prehistórico en forma de grabados sobre las rocas. Dichos relieves representan distintos temas, dependiendo de la época de su realización pero, para algunos investigadores actuales, como el arqueólogo y cineasta Frederick Baker, todos cumplían una función similar: relatar historias a quienes convivieron con ellas.

Aunque el significado exacto de pinturas paleolíticas como las de Altamira sigue siendo un quebradero de cabeza para los especialistas actuales, Baker y sus colegas creen que los grabados de Valcamonica, mucho más recientes, ofrecen menos dudas: “La gente que habitó estos valles contaba historias con estas imágenes”.

Grabado de Valcamonia
| Crédito: Wikipedia
 
En la Edad del Cobre, las imágenes hablaban de dioses, mientras que los relieves realizados en la Edad del Hierro parecen representar los complejos ritos de paso de la infancia a la edad adulta. En uno y otro caso, aseguran Baker y su colega Christopher Chippindale –profesor de la Universidad de Cambridge–, las imágenes no estaban estáticas y mudas, como podría parecer a primera vista.


Según estos investigadores, los habitantes de la región aprovecharon la luz solar del amanecer o el atardecer para aportar dinamismo a aquellos grabados, que se convertían en un rudimentario y primitivo “cine” con ayuda del juego de luces y sombras, y quizá acompañados por la voz o el cántico del chamán dando sonido a la historia. Los investigadores contemplaron esta última posibilidad tras descubrir que la acústica parece mucho mejor en los lugares donde se hallan las figuras.

Baker llegó a la hipótesis del “cine prehistórico” tras comprobar que los grabados apenas son visibles con la fuerte luz del mediodía, mientras que adquieren un dramatismo e impacto visual mucho más notable con la débil iluminación del Sol al amanecer o la puesta de Sol.

En opinión de estos especialistas, el ingenioso sistema habría servido para transmitir creencias y tradiciones de forma oral, por medio de una “experiencia multisensorial que empleaba la música, la danza y las imágenes”.

Desde hace algunos años, Chippindale y Baker colaboran en una iniciativa bautizada como Prehistoric Picture Project, con la que pretenden devolver la vida a estas –y otras– manifestaciones de arte rupestre, en este caso aprovechando las nuevas tecnologías, y que reúne a expertos de distintos campos procedentes de las Universidad de Cambridge, la Universidad St. Pölten de Ciencias Aplicadas (Austria) o la Bauhaus-Universität Weimar de Alemania.

Más información:
32.000 years of special effects (University of Cambridge)
Digital Rock Art from Ancient Europe

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