Comete 11 delitos en en 9 horas, Good morning USA
Una apuesta, intentar batir su propio récord, exceso de drogas o simplemente un mal día… Los motivos que pueden haber llevado a este ciudadano estadounidense a cometer 11 delitos en 9 horas son múltiples, pero está claro que sabe administrarse bien el tiempo y que por si él fuera, hubiera seguido sin parar. Os presentamos a William Todd.
Nuestro atareado delincuente no perdió tiempo, nada más llegar a Nashville fue a una mansión del terror llamada Slaughterhouse. Alguno podría pensar que la visita le trastornó, pero ya se le buscaba en Kentucky, por lo que venía tocado de casa.
El caso es que forzó la entrada de la atracción para luego robar un táser, un revólver y una escopeta, como no, prendió en llamas el edificio al abandonarlo. En su huida asalto a cuatro personas a la salida de un bar a punta de pistola, repartiendo taseos y golpes de culata.
Luego robó un taxi y se dedicó a comprar comida con las tarjetas de crédito robadas, de allí se dirigió al hotel Indigo. Es aquí donde llega a su apogeo de surrealismo forzando la entrada de un despacho de abogados para luego soltar un “browney” de hechura propia en una mesa, que luego utilizó para “sellar” los títulos de derecho que había colgados.
Tras esto, unos cuantos robos más a clientes del hotel haciéndose pasar por el servicio de habitaciones. A su salida se rapó la cabeza y estrelló el coche en un parking. Dos horas y media más tarde roba otro taxi con un cuchillo y por último termina escondiéndose en un deposito de refrigeración de agua sumergido hasta la cabeza.
¿Motivos? ¿A quien le hace falta motivo para hacer esto?