Una pareja que incumplió la política oficial del "hijo único", impuesta en China desde el año 1979, deberá pagar la mayor multa impuesta por las autoridades de Ruian, distrito Wenzhou
La elevada cifra a pagar por los padres, cuyas identidades no fueron reveladas, resulta de multiplicar en un abanico de cuatro a ocho veces sus ingresos anuales, como estipula la legislación en esa ciudad del distrito Wenzhou, donde viven muchas familias adineradas.
En Ruian, de hecho, se registraron las máximas multas fijadas hasta ahora, según las autoridades locales, flexibles a la hora de planificar con las familias el pago de las multas, indican las mismas fuentes.
Casi la mitad de los matrimonios de Wenzhou tienen dos hijos y más de una docena fueron penalizados con más de 156 mil 825 dólares. La multa más elevada hasta la fecha fue impuesta en abril pasado también a unos padres de Ruian y se elevaba a 196 mil 032 dólares.
Los progenitores que deberán pagar la nueva cifra récord habían tenido su primer hijo varón en 1995 y en febrero pasado tuvieron una hija, a pesar de no ajustarse a las escasas excepciones que permite la ley.
Entre los requisitos que impone la legislación para permitir un segundo hijo figuran que ambos cónyuges sean hijos únicos, que residan en zonas rurales si el primero vástago fue mujer o que el primer descendiente sufra una enfermedad no hereditaria.
La política del "hijo único" se instauró en 1979 para frenar la superpoblación en China y, según las estadísticas gubernamentales, logró reducir el crecimiento demográfico anual de 1.35 millones en 1980 a 630 mil en la actualidad.
En los últimos años se debatió la posibilidad de relajar la política para hacer frente al problema del envejecimiento de la población.
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