Y algo similar fue lo que le ocurrió por allá en los años 20´s al Dr. Robert Goddard, quien fue ni más ni menos, qué el físico creador de la tecnología usada por los cohetes modernos (es decir, los que son impulsados por combustibles líquidos y no por pólvora), pero, hay que destacarlo, él no sólo fue el pionero, sino que Goddard fue a los cohetes, lo que Einstein a la teoría de la relatividad, o sea, el mejor, nada más que a diferencia de Einstein que en vida fue muy reconocido, Goddard en vida fue muy incomprendido, casi no tuvo apoyo y hasta fue ridiculizado.
Cuando se está desarrollando una nueva tecnología al principio no se sabe muy bien cuál es la mejor aplicación o el uso final que tendrá esa tecnología, y en el caso de los cohetes no fue la excepción, ya que en aquellos tiempos, se pensaba, que solamente servirían para transportar misiles y nada más.
Sin embargo, en una publicación del Smithsonian Institute en 1919, Goddard decía que los cohetes no sólo servirían para transportar equipos de medición meteorológica más allá de la atmosfera terrestre, sino que además servirían para ir a la luna.
Debido a esto, el 13 de Enero de 1920, en la página 12, del New York Times, en la sección “Topics of the Times” (Tópicos del NY Times), se publicó de manera anónima 2 criticas burlescas en contra del Dr. Goddard, una titulada “A severe strain on credulity” (que se puede interpretar como “Un golpazo a la credulidad”) y otra titulada “His plan is not original” (Su plan no es original), donde además de burlarse del conocimiento de ciencia “básica” de Goddard, decían que era imposible que un cohete funcionara en el vacío (o sea, afuera de la atmosfera).
En una de esas críticas, el nivel de burla tenía un tono verdaderamente insultante al comparar a Goddard con Julio Verne, diciéndole que el escritor, también conocía 2 o 3 cosas de ciencia básica y que éste (en su novela “De la tierra a la luna”) también había cometido los mismos errores científicos que Goddard, pero que a Verne se le perdonaba por ser un escritor de ficción y no un investigador del Smithsonian.
En sus burlas, a los críticos no les incomodaba la aplicación de usar cohetes para transportar equipo meteorológico, de hecho, lo que verdaderamente le criticaban a Goddard era lo “absurdo” de pensar que un cohete podría servir como transporte para ir a la luna, eso era en realidad el reproche principal, el concepto de llegar a la luna (de manera controlada) a través de un cohete, según las criticas del NY Times era algo “absurdo”, pues decían que un cohete no podía trabajar en el vacío, ya que de acuerdo a las leyes de Newton (de acción y reacción), se necesitaria aire que lo empujara.