-La sangre se ve azul bajo la piel porque, al incidir la luz en la piel, las longitudes de onda más largas y más rojas penetran en mayor profundidad y son absorbidas por los vasos sanguíneos. Por esa razón, la luz que se refleja en la piel a través de un vaso sanguíneo cuenta con una alta proporción de las longitudes de onda más cortas del espectro azul-violeta.
-Aunque hay gente con la sangre verde. Ésta se produce cuando un átomo de sulfuro se incorpora en la molécula de la hemoglobina. La excesiva ingestión de sumatriptan (fármaco empleado para las migrañas), que contiene un grupo sulfonamida, puede causar su sulfahemoglobinemia.
-Un estudio español, realizado entre mayo de 2004 y agosto de 2008, analizó el nivel de mercurio en el cordón umbilical de 1.883 partos en Valencia, Barcelona, Asturias y Guipúzcoa, detectando que en un 64% de los casos había niveles de mercurio por encima del nivel que la Agencia de Protección Ambiental de EE UU considera seguro.
-Hay gente que se marea con la presencia de sangre. El motivo se debe generalmente a una respuesta vasovagal hiperactiva, un miedo reflejo ancestral. Esta respuesta ralentiza el corazón y disminuye la presión sanguínea, haciendo que la sangre drene hacia las piernas. Así, la sangre menos rica en oxígeno se dirige al cerebro, produciendo mareos o incluso el desmayo. Para evitar estas sensaciones, ya se usan alternativas a las agujas para medir la glucosa en sangre, por ejemplo, como la Espectroscopia Raman, que emplea tecnología de luz no invasiva para medir los niveles de glucosa en sangre escaneando el brazo o el dedo del paciente con infrarrojo cercano.
-En un individuo de 75 kilogramos podemos encontrar unos 6 litros de sangre que discurren por una especie de autopista viscosa que comunica todas las células que integran el cuerpo humano a una velocidad de 2 kilómetros por hora.
-Está formada por un 55 % de un líquido amarillo llamado plasma. El otro 45 % son glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Estos elementos son reemplazados a un ritmo de 3 millones por segundo.
-Muy pocas especies de sanguijuela chupan sangre. Aunque las que chupan sangre lo hacen a conciencia: comen durante una hora seguida y aumentan entre 5 y 10 veces su tamaño original. Desde la época de los romanos, los médicos han usado las sanguijuelas para extraer sangre sin dolor. En 1837, un hospital londinense usó 96.000 de estos gusanos para tratar a 50.557 pacientes. En 1820, las reservas de sanguijuelas se agotaron y tuvieron que ser importadas.
-En cada menstruación se pierden de 50 a 100 gramos de sangre. El líquido menstrual es una mezcla de sangre, mucosidades segregadas por las glándulas del útero, fragmentos de mucosa necrosada y células vaginales descamadas del resto.
| Xataka Ciencia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Todo comentario es sujeto a moderación. Piensa antes de enviar.