Tres turistas japoneses que estaban de vacaciones en Australia se vieron en la penosa situación de quedarse varados cuando su sistema de navegación les dijo que era posible llegar a una isla a través de una zona pantanosa de 15 kilómetros de longitud.
Mientras iban manejando de Queensland a la isla de North Stadbroke, se dieron cuenta que la grava que cubría el camino por el que iban se fue convirtiendo en resbaloso lodo. Sin embargo, confiados de que su guía virtual los llevaría a un camino tarde o temprano, decidieron continuar hasta que 500 metros después se quedaron atorados.
Y lo peor de todo: por la tarde comenzó a subir la marea así que la evacuación tuvo que ser agilizada y pedir ayuda una necesidad. Cuatro horas pasaron para que pudieran rescatar el vehículo que ya estaba debajo de dos metros de agua.
Hay que tener un poco de instinto para no tomar decisiones erróneas gracias a lo que máquinas nos sugieran, ¿no crees?
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