El conteo del PREP ya ha sobre pasado el 90 por ciento de las casillas computadas y se cumplen cabalmente los cifras del conteo rápido que la noche de ayer dio a conocer el Instituto Federal Electoral (IFE): Peña Nieto supera a su más cercano competidor por más de ocho puntos porcentuales.
Muchos ya estamos resignados por el inminente regreso del PRI a los pinos. Pero muchos otros todavía están esperando que los resultados del conteo oficial puedan revertir la tendencia. Para mí estaba claro desde hace meses. Enrique Peña Nieto ganó. Andrés Manuel y Josefina perdieron. ¿Que hay inconsistencias? ¡Claro! Como en muchos otros procesos donde gana el PRI, el PRD y el PAN. Algunos procesos se han repetido, como en Morelia. Pero seguramente no será el caso de estas elecciones presidenciales. ¿Por qué? Por que a pesar de ser las elecciones más vigiladas de la historia, la cantidad de casillas donde se detectaron y documentaron irregularidades —o fraudes— es muy pequeño comparado con el universo total de urnas. De hecho, según estadísticas, menor que en otras elecciones.
¿Y quiénes fueron los malvados que votaron por EPN?, ¿quién desgració al país?, ¿quién hará que me vaya de México por los próximos seis años? con más del 96 por ciento de casillas computadas del PREP, veo el mapa actualizado el minuto que Google nos ofrece y me recuerda mucho a uno que vi hace seis años.
Por mucho que ahora aleguen fraudes y que no todos hayamos votado por "el cambio verdadero", la verdad es que AMLO no ha logrado convencer a la mitad del país. En el norte, una región muy influenciada con las políticas económicas gringas, no ven con buenos ojos las políticas económicas de López Obrador. Ellos tenían dos opciones viables: votar por Enrique o por Josefina. El PRD es anecdótico. No pega. No sirve. Al menos no con López Obrador.
En dos procesos consecutivos se ha demostrado que el norte prefiere continuar con un gobierno con políticas económicas más liberales que uno proteccionista. ¿Tiene algo de malo? Claro que no. Muchas empresas han puesto sus maquiladoras en ciudades fronterizas y han generado empleo para millones de mexicanos. Aunque López Obrador haya moderado su discurso respecto a 2006, es evidente que sus políticas proteccionistas afectarían la inversión de empresas en México. Algo totalmente contrario ocurre en el sur, donde en PAN y algunos priístas no son tan bien vistos.
El norte ha demostrado que tiene un electorado suficiente para marcar una tendencia en las elecciones. En 2006 se registró un extraño movimiento de las gráficas estadísticas en contra de AMLO. El día de ayer, había cierta expectación en el PREP debido a que la diferencia de Andres Manuel con Enrique era muy estrecha; pero empezaron a llegar las actas del norte —recordemos que tienen un uso horario diferente que en la Ciudad de México— y la ventaja para Peña se empezó a agrandar.
A pesar de ser una región ignorada por habitantes y gobernantes del centro —recuerdo muy bien cómo se despreció a los bajacalifornianos en el terremoto de 2010—, ellos ya han demostrado que pueden revertir la opinión de una ciudad con 20 millones de habitantes. Ése es el gran reto del PRD. Sea Mancera o Ebrard el próximo candidato de las izquierdas, a quien tiene que convencer es a los habitantes del norte. Si no, de nada servirá alardear lo logrado en la Ciudad de México. Llegará un candidato del "nuevo PAN", ganará las simpatías de la mayoría de los ciudadanos de esa región y una vez más el PRD se quedará como segundo en la contienda. E iniciamos otra vez con las teorías de fraude.
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