Las ferias medievales son esos lugares donde bohemios, aficionados al teatro y jugadores de rol sacan sus mejores galas para disfrutar de unos días vendiendo comida artesana y haciéndose pasar por juglares. Pero en ocasiones, esta inofensiva actividad puede acabar bastante mal. Y es que en tiempos de crisis, ni los nobles caballeros pueden aferrarse a sus justos ideales.
Que se lo digan a los feriantes de Bitche, Francia, que comprobaron como aquellos defensores de la justicia con sus flamantes armaduras no formaban parte de las atracciones, sino que… venían a robarles. Armados con sus espadas, obligaron a todos los puestos a entregarles la recaudación. Y “bellacos” fue lo más amable que les llamaron.
Los cuatro villanos aparecieron a las 2 de la mañana, enmascarados con cascos medievales, lo que obviamente no llamó demasiado la atención. Pero cuando se pusieron a amenazar al resto con un hacha y una espada, la expresión de los testigos comenzó a cambiar. Para hacer más reales sus amenazas, llegaron agredir en la cara a uno de los organizadores que aún se encontraba por ahí, golpeándole con el mango del hacha.
Otro de los tenderos trató de oponer resistencia, y fue golpeado en la cabeza, necesitando de varios puntos de sutura tras el incidente. Un quinto caballero apareció con una bolsa para recoger el dinero e instó al resto a escapar, ya que no parecía haber mucho más dinero por ahí. Y tan rápido como llegaron se fueron, eso sí, en coche, no a caballo.
Estos malandrines medievales actuaron rápidamente y consiguieron un botín de unos 20.000 euros, que imaginamos se gastarían en bailarinas e hidromiel. La policía está investigando a los ladrones, cuyas armas se creen pudieron comprar en el propio mercado. Eso sí: su indumentaria les hizo pasar desapercibidos al entrar y salir y no hay demasiadas pistas.
La localidad de Bitche, cerca de Alemania, es el hogar de una de las ferias medievales más grandes de Francia. Este año se celebró el 28 y el 29 de Julio y contaba con puestos de comida y artesanía, juglares, malabaristas, exhibiciones a caballo… y este año, un robo y un par de heridos.
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