Este curioso bichejo es un tipo de cucaracha. En concreto es una cucaracha saltadora sudafricana con cierto parecido a los saltamontes, pero con un tipo especial de mecanismo de salto que serviría como patrón biológico al que emular en la creación de robots y mecanismos.
A pesar de haber sido descubierta en 2006 por Mike Picker y Jonathan Colville de la Universidad de Cape Town, hasta 2010 no consiguió su nombre científico Saltoblattella montistabularis y ha sido hace un par de días cuando se ha detallado su mecanismo de salto.
Gracias a estudiar sus movimientos con una cámara de alta velocidad y fotografías microscópicas de sus patas, se ha descubierto que su secreto está en el uso de una proteína elástica llamada resilina que se encuentra en sus rodillas.
Al contraer sus músculos la resilina se enrolla acumulando energía y al extender las patas para saltar se libera dicha energía permitiendo que alcance una aceleración 23 veces superior a la gravedad en la Tierra y supere unas distancias de 48 veces su cuerpo.
La estabilización la consigue extendiendo las patas y su forma aerodinámica, junto con una visión que le permite ser muy precisa. Todo esto la hace ser una de los mejores saltadores del planeta.
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