Hay mil cosas maravillosas y envidiables respecto a ser astronauta, pero hay un lado que nunca se ve, que casi nunca se menciona y que es un hecho irrefutable: los astronautas huelen pésimo. No es como que se despierten y antes de iniciar sus actividades se den una buena ducha y se pongan ropa interior impecable y con olor a rosas, sino más bien tienen que usar una y otra vez sus calzones, hasta que ya simplemente no soporten su hediondez y lo tiesos que están. Y ahí no los tiran al cesto de la ropa sucia, sino que pasan derecho a una cápsula Progress para ser incinerados en la atmósfera. Ahora es posible que en la Estación Espacial Internacional puedan contar con una lavadora.
La NASA resolvió al fin tomar cartas en el asunto y encargó a la UMPQUA Research Company el desarrollo de un prototipo de lavadora de baja potencia y que funcionaría con una mezcla de vapor, aire y rayos microonda para eliminar las bacterias de la ropa. Y además promete dejar las prendas con una suavidad superior.
Ahora sí me anotaría para una misión al espacio…
Link: NASA Commissions a Laundry Machine for the International Space Station (PopSci)
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