Por lo que parece, los árboles de Navidad no sólo sirven para publicitar tablets y mostrar que el Papa Palpatine puede usar una pantalla táctil, también sirven para desestabilizar relaciones internacionales y básicamente liarla parda.
Todos sabemos que Corea del Norte y del Sur no es que sean precisamente muy amigos, vamos que se llevan peor que Villa Arriba y Villa Abajo y la razón ahora no es por disputas con el Fairy, sino por algo mucho más absurdo, los árboles de Navidad.
Corea del Norte ha indicado a sus vecinos del Sur que se atengan a las consecuencias si no apagan el árbol de Navidad, una estructura iluminada de 30 metros, que tienen al lado de la frontera, a unos 3 kilómetros.
Alegan que quieren imponer y expandir un mensaje cristiano a sus ciudadanos. Si esto ya es absurdo de por sí, Corea del Sur, que desde 2010 está encabritada por el hundimiento de uno de sus barcos, no sólo ha pasado de las amenazas sino que va a colocar otros dos árboles más.
Esto, que en política internacional se conoce con el nombre técnico de “a ver quien es más chulo de los dos”, trae consigo imágenes absurdas de coros cantando al lado de luces, cruces y soldados armados para garantizar la seguridad.
De hecho los árboles estarán encendidos durante 15 días desde el 23 de diciembre y el ejército de Corea del Sur estará desplegado en la zona por si a Corea del Norte les da por mandarles un regalo de Navidad, ya sea con cazas camuflados de trineos o comandos especiales vestidos de Papá Noel para infiltrarse.
Si el mundo ya tiene suficientes problemas, mola ver como la chulería y el orgullo en las cosas más tremendamente absurdas hacen que las cosas vayan peor. [BBC]
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