La dieta que puede salvar tu vida

La dieta paleolítica consiste en hacer ejercicio esforzándonos breve e intensamente, comiendo pescado, crustáceos, verduras, frutas, carne y tuétano, bebiendo agua cuando tengamos sed, ya que estamos mal acostumbrados a bebidas tónicas que nos matan la sed, y por último, evitar comer varias veces al día (máximo 3), ya que de esta forma nuestro intestino no reposa.

El hombre paleolítico era carnívoro, las grasas de la carne les aportaban mucha energía pero en consecuencia el intestino se acortó y el cerebro se acrecentó. Y no, no creáis que las grasas os engordan, las grasas de buena calidad... ¡adelgazan! y estas se encuentran en el aceite de oliva virgen extra crudo, aguacate, frutos secos, grasas del pescado y la carne de caza. Pero sobre todo de aquellos animales que hayan podido corretear por el campo, ya que, en cuanto los animales hacen "ejercicio" su grasa pasa de ser insana, a infiltrarse en el músculo y esa, ¡es saludable! Por lo que podemos aportar que los animales que se encuentran estabulados contienen mucha grasa insana, estos han sido alimentados con antidiuréticos para retener agua y ganar peso.

No olvidar que las grasas trans (bollería) y los azúcares refinados son siempre una mala dieta.


Comentario: Hay varias pequeñas variantes en torno a la descripción de este tipo de alimentación. A pesar de todo, parece ser que los enunciados fundamentales de este modo de alimentación (consumir carnes roja y blancas, pescados, mariscos, aves - incluyendo los huevos-, verduras frescas de estación, y moderadamente frutas frescas y frutos secos, y en evitar el consumo de carbohidratos ni lacteos) es la alimentación más adecuada para el ser humano. Un punto a destacar es que aunque algunos no recomiendan el consumo de sal, esta restricción parece responder más a una moda nutricional que a una recomendación vinculada a la salud. 

La Paleodieta no persigue como fin adelgazar ni perder peso, sino nutrir al cuerpo saludablemente y reducir el riesgo de enfermar. En lo referente al pescado y al esencial Omega 3 que encontramos en sus grasa debido a la gran contaminación del pescado por metales pesados altamente perjudiciales para el organismo, aconsejamos la ingesta de pescados de tamaño pequeño (como el boquerón y la sardina) y evitar los pescados más grandes (como el atún o el emperador), y en su defecto incluir este nutriente en el organismo a través de compuestos preparados que puden encontrar en herboristerias u otros comercios especializados 

Para conocer un poco más al respecto recomendamos la lectura de: 

La Paleodieta: De regreso a una vida saludable 

Dieta sin gluten ni caseína 

Dieta libre de caseína, gluten y soya 

Dieta paleolítica: el combustible adecuado para un cuerpo sano

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Todo comentario es sujeto a moderación. Piensa antes de enviar.